martes, 1 de junio de 2010

¡Me abuuuurro!

Esta distintiva frase de Homer Simpson, que tantas veces hago mía, me sirve de nuevo para expresar, aunque de forma incorrectamente alegre, la sensación que me produce la así llamada cuarta edición de D&D (deade ahora, D&D 4e).

Pero es que todo: las nuevas que iban llegando en los momentos previos a su publicación, los manuales básicos, la página web de Wizards (aunque esa ya me aburría de antes). Todo ello me provoca un acusado desinterés, aproximádamente a los dos minutos de ponerme a mirarlo. Una mezcla del estilo literario, la maquetación, y el contenido de "cápsulas" o como llamen a la mareante y cansina forma de presentar los poderes, me provoca una desídia patológica. Por más que lo intento, y juro que lo he intentado con toda mi voluntad unas cuantas veces, porque hay algunos productos que de primeras interesan, como el The Plane Above: Secrets of the Astral Sea, o la nueva versión de Dark Sun. Pero nada, siempre me acabo aburriendo en alarmantemente escasos momentos.

Definitivamente, lo achaco al diseño, al del juego y al de su presentación, a los dos. Como ya se ha comentado, es una mezcla de juegos de miniaturas y de cartas, lo que determina la forma en que se va a maquetar, y lo asequible o ameno de su lectura. Por una vez romperé una lanza en favor de WhiteWolf: si algo realmente destacable tenían sus publicaciones, es que estaban diseñadas para ser leídas casi como novelas, lo que sin duda influyó en su enorme éxito. Pues bien, D&D 4e se sitúa exáctamente en el lado contrario, y lo que debería ser un juego ameno genera el mismo interés (supongo que si logras superar el umbral y acostumbrarte, pues no) que un manual de ingeniería química.

El caso es que hace una par de días me llegó un correo de Wizards, porque como soy masoca estoy suscrito a alguna de sus aburridas listas de correo, con una noticia que personalmente me interesa bastante: una partida para dirgir a niños. Y digo me interesa porque jugar con niños tiene por un lado la ventaja de introducir el rol a las nuevas generaciones, y por otro la delicia de jugar en el estado más puro, porque el rol sigue siendo el anhelo de jugar como cuando somos pequeños, y además sus imaginaciones no están aún (supuestamente) influidas por prejuicios. Así que me descargué la propuesta de Wizards para dirigir D&D 4e a niños, y claro está, ocurrió lo inevitable.

Me aburrí en 30 segundos.

Ni dos minutos, solo 30 segundos.

Lógico, porque al ser una versión reducida, básicamente todo eran "cápsulas".

"Monster Slayers: The Heroes of Hesiod" se limíta a "cápsulas" con varios personajes, donde a los niños -a los niños, Dios mío, a los niños- se les dice lo que pueden -y solo lo que pueden- hacer en un juego (supuestamente) para la imaginación, un tablero y cuatro fichitas de personajes para moverlas por ahí... dibujadas como por niños. Ni siquiera los crios pueden dibujarlas ellos mismos, no, para hacer auténticos churros ya están los de Wizards. Por supuesto.

Si aún no lo habeis adivinado, me llevé una decepción (más), como no podía ser de otra forma con los de Wizards. Me prometieron una introducción para jugar a rol con niños, lo que yo entiendo como una forma para estimular su imaginación sin límites, y sin embargo me dieron un juego con el que enseñar a los críos a hacer lo que se les dice, y comprar los inacabables (como inútiles) productos que Wizard quiere hacernos pasar por juegos de rol.

Y lo más sangrante es que ni siquiera la versión para niños, que debería estimular más los sentidos y la imaginación, es diferente a la adulta (es un decir), más bien es peor gráficamente; o en otras palabras, más aburrida. La versión para niños es más aburrida.

¿Pero qué les pasa a esos tíos de Wizards?

Me aburro...

¿Cuáles son vuestras experiencias con este juego?


T-14

3 comentarios:

vanya dijo...

Ya antes de que lo publicasen, decidí no tener experiencias con ese juego. . . ;)

Luriant Urs Karbalis Endorian dijo...

Madre, pero si es un tablero cuadriculado, dibujos de prescolar y unas fichas ultraresumidas. Para moverse por la "mazmorra" matando bichos de un lado para otro.

Y eso tras indicar que potencian el "Pensamiento creativo"... si tiene las mismas posiblidades de interpretacion que el parchis.

Lo unico que se salva son los monstruos, son tan infantiles que dan ganas de abrazarlos.
Un juego apto para niños de preescolar, aunque opto por que sigan jugando a policias y ladrones.

Delfar dijo...

Yo lo he probado y me ha gustado. Pero creo que fue por la gran labor del máster que se curró un par de escenas con una gran historia y trasfondo detrás, aunque era como interpretar con un juego de minis en plan Mordheim.

Sí que es árido porque es más legalista, he intentado leer el manual de introducción y no he sido capaz de leerlo entero y son 40 páginas de nada.

Creo que hay otros juegos mejores para introducir a los niños en el rol como el Princes, en breve a ver si damos la sorpresa al respecto.